viernes, 25 de noviembre de 2011

Chile 2011: Un escenario disperso, marcado por el pueblo

Cuando estamos a un mes de la Navidad y un poquito más para que acabe el año, es importante para cualquier persona racional hacer un recuento de lo que fue el 2011 para cada uno, y sobre todo para el país.
La reflexión personal se la dejo a cada uno, pero la reflexión en cuanto al país puede partir considerando un pilar fundamental, que es el movimiento estudiantil, del cual derivan otros elementos de suma importancia para analizar el escenario actual de la nación.
El movimiento estudiantil se ha alargado, prolongado por más de 7 meses, durante los cuáles se pueden diferenciar dos etapas muy marcadas: una primera de ganancia, un periodo auspicioso, donde el movimiento que actuó como un monstruo devoró planes gubernamentales, destrozó la fuerza dogmática y conservadora de los gobernantes y los hizo tambalear de la peor forma, llevando a algunos a decir que existía un clima de inestabilidad política y que había llegado el momento de reformar el modelo representativo en nuestro país; no siendo capaces los dirigentes estudiantiles de tomar lo que habían conseguido, siguieron en una política de intransigencia, que permitió el oportunismo de los actores de la herida y derrotada Concertación, lo que llevó a una pérdida de fuerza en el movimiento y permitió que el gobierno, con ayuda de algunos eventos catastróficos (como el accidente en Juan Fernández) tomara de vuelta la agenda política.
Hoy en día, El movimiento estudiantil representa poco, está dominado ideológicamente por un sector muy minoritario y perdió grandes cosas, por no haber sido racionales en el momento que debieron serlo. Ahora, un grupo de personeros que se dicen ser de izquierda o centro-izquierda, se cuelga del disminuido movimiento para entablar discusiones artificiales, como por ejemplo, la discusión actual sobre el presupuesto.
¿En 20 años de Concertación se hizo algo real por la educación pública? La verdad es que la respuesta es más que simple y clara, NO. Entonces ¿por qué ahora reclamar con énfasis en que se está vulnerando un derecho fundamental como es la educación? Señores, el populismo lleva a escenarios terroríficos y muy poco alentadores, como se puede evidenciar hoy por hoy en Chile, donde existe un gobierno inoperante, incompetente y falto de oficio, que ha errado de las formas más increíbles que se puedan imaginar, sin alma política y sin fuerza ni coraje para arreglar esos problemas, lo que se ejemplifica con la continuidad de Rodrigo Hinzpeter en el Ministerio del Interior.
Respecto a esto último, se disgrega un segundo punto muy importante de lo que ha sido el 2011 para el país, la constante inoperancia del gobierno, retratada en el Ministro del Interior, el cual, claramente carece de oficio administrativo, ha intentado imponer una política represiva, que para él supone una herramienta eficaz en la lucha contra los movimientos y la delincuencia, que dice él casi nacen de la mano, y en ese intento ha fracasado, se ha quedado sin piso político hace mucho tiempo e inoportunamente ha vuelto a aparecer envuelto en discusiones "ingenuas" donde pone en tela de juicio la independencia de las funciones del Estado (pugna ejecutivo-judicial) y otros problemas de índole político y gubernamental.
El gobierno de ha poco ha optado por sacar al Presidente de las cámaras, para subir un poco la popularidad en las encuestas. Esto no tiene sentido, si no viene de la mano de implementar políticas que realmente entreguen beneficios a quienes los necesitan, en otras palabras, "a veces hay que escuchar al pueblo". De esto se desprende un punto de discusión más acotada pero que de todas formas involucra a la mayoría de los chilenos, como lo es la reforma tributaria, que la verdad viene sonando hace mucho tiempo, pero no se concreta, porque a pesar de que algunos empresarios la consideran necesaria, como señalaba Frei hace unas semanas, los empresarios al final nunca quieren permitir la reforma, ya sea, porque se escudan en la inestabilidad mercantil de la época, porque no es necesaria o porque no se puede. Si hubiese, si existiese real voluntad política en Chile, la reforma tributaria se hace, dejando de lado intereses mercantiles, los cuales a la vuelta de algunos años se recuperan, pero las oportunidades de las personas son limitadas, la vida no es eterna para esperar la casa propia, o para pagar un crédito estudiantil, cosas que están en la palestra en la actualidad.
Siendo así, un resumen de hitos político-sociales que marcaron este año, se puede resumir, en mi opinión, que el 2011 es una año para observarlo detenidamente y hacer revisión de los errores generados y utilizarlos como moraleja para eventos posteriores, para tiempos futuros, donde es necesario que el gobierno tome cartas reales sobre la solución de los problemas de la gente, lo que puede significar un verdadero triunfo político, si se sabe honestamente que durante 20 años la Centro-izquierda no hizo nada y ayudó a que las diferencias socio-económicas se agrandaran, lo que parece paradójico, cuando fue el conglomerado llamado a devolver la alegría al pueblo.

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